El 16 de Septiembre de 1987 se firma, bajo el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas y dentro del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), el acuerdo internacional ambiental más exitoso y, que gracias a su implementación, fue el responsable de la eliminación progresiva de las sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO).

El protocolo fue motivado por las investigaciones científicas de los doctores Mario Molina, Paul Crutzen y Sherwood Rowland, quienes una década antes habían demostrado que determinadas sustancias química (CFC) podrían destruir la capa de ozono estratosférico que protege a la Tierra de los rayos ultravioletas del Sol.

El Protocolo de Montreal, firmado en la ciudad homónima de Canadá, fue suscrito inicialmente por 56 países quienes acordaron un programa gradual de sustitución y eliminación de las SAO.  En la actualidad son 197 países del mundo que han adheridos y ratificado los compromisos de Montreal.

Las sustancias SAO estaban presentes en múltiples usos industriales inventados por el hombre aprovechando determinadas propiedades de los mismos.  La industria de la refrigeración, de la aislación térmica, de la espuma para colchones y almohadas y del aerosol utilizaban esos gases en sus procesos productivos.

Quizás la industria del aerosol fue la más hostigada y castigada por una campaña de medios que de pronto había tomado una preocupación ambientalista, cuando en realidad se trataba de proteger a otras industrias que no estaban en rápidas condiciones de reconversión.

La industria del aerosol fue la primera en adelantarse a los plazos previstos en el protocolo y en el término de 2 años comenzó su reconversión sustituyendo los gases CFCs por otros gases no considerados SAO.

Hoy podemos decir con orgullo que la industria del aerosol de América Latina no utiliza en sus aerosoles gases que afecten la capa de ozono y que todos los países que forman FLADA han suscripto, adherido y cumplido con los mandamientos del Protocolo de Montreal.

Han pasado más de 35 años de aquel momento y como todos los años celebramos el 16 de Septiembre como el “DIA INTERNACIONAL DE LA PRESERVACIÓN DE LA CAPA DE OZONO”.